Me acabo de dar cuenta,
De que estoy tan acostumbrada
Al dolor,
Que al ser feliz,
Dudo sobre lo que siento en realidad.
Las lágrimas y la almohada
Han sido mis mejores aliadas.
Son las únicas que no me han fallado.
Mis fuerzas, aún estén intactas,
Las columnas de mis emociones intentan sostenerse,
ya que ahora son endebles.
Mi soledad nunca se extinguirá.
Mis sueños nunca se marchitaran.
Mis esperanzas nunca desaparecerán.
Mi soledad nunca se esfumará.
Que no,
Que nunca finalizarán estos sentimientos de infelicidad.
Busco la forma de perderme.
No la encuentro,
No hallo la manera de reencarnar
En ninguna otra ciudad.
Soy el pájaro al que
Sus alas acaban de cortar.
No.
Se acabó.
¿Rendirse? No debería.
¿Intentarlo? Sí lo haría.
¿Conseguirlo? Lo conseguiría.
Lo voy a lograr.
Debo saber manejarlo, y por fin admirarlo.
El miedo sabré controlar.
Y al final ganar a la desesperación.
Nunca dejé de intentarlo.
Simplemente lo estaba alargando.
Quiero hacerlo.
Quiero lograrlo.
Así que no voy a intentarlo,
Porque, siempre tenemos que obtenerlo.
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